lunes, 6 de julio de 2009

Crema Amarga

Necesitaba ganar y ganó; necesitaba ánimos y se animó; necesitaba seguir en la punta y punteó. Y así pueden seguir las ideas sobre lo que Universitario obtuvo ayer por la victoria como local ante Inti Gas. Sin embargo, persiste cierto tufillo de insatisfacción. Como si lo obtenido ayer resultara insuficiente y, sobre todo, como si lo mostrado en el verde más que entusiasmo genere dudas. Siempre llegar al clásico ganando es positivo, pero mucho más lo es si se llega en condición de puntero del campeonato. Va a ser en el monumental y los cremas quieren alargar la diferencia sobre el segundo, que resulta ser nada menos que Alianza Lima. Por todo ello, los ánimos están al tope. Sin embargo, el juego mostrado por Universitario no da para ilusionarse demasiado. La U no es más aquel equipo que ganaba y gustaba del principio de la Libertadores. Todo lo contrario, ayer mostró muchas de sus falencias que ya vienen sucediendo regularmente. Ante Inti Gas mostró que no es más un equipo. Ahora resulta ser un conjunto de jugadores a los que le gusta pasarse el balón, pero que no quieren compremeterse el uno con el otro para armar un engranaje que pueda formar un ente orgánico. Ello puede ser por el afán de Reynoso por rotar continuamente de jugadores, así como por falta de compromiso e identificación colectiva. Ayer fue por un estupendo tiro libre de Solano, pero Ñol no dura para siempre, ni 90 minutos; ayer también fue Johan Vásquez por carámbola y una serie imposible de rebotes y pifias. No sé si es suerte o no, pero lo seguro es que la U no puede ganar un campeonato, por más qeu sea el torneo local, jugando de esa forma. Pero se viene el clásico y precisamente este tipo de partidos son los que resultan ser bisagras en el devenir de un equipo, más aún si se trata de un grande como la U. Y así como La U es La U, Clásico es Clásico.

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