miércoles, 1 de abril de 2009

Más que suerte








Ríase. Existe la risa ante lo que no tiene sentido, ante lo que parece incomprensible.
Sucede que en el "Beira río" los parantes de ambos arcos están hundidos, hundidos a punta de carne, hueso y cuero, mucho cuero; era una alfombra, una cancha donde más que jugar daba ganas de dormir, pero tenía sus baches y, vuélvase a reír, esos baches era blanquirojos.
Lo único que fue real fueron las equivocaciones de los delanteros peruanos que, a pesar de fallar más de lo usual, metieron 2.

Hemos empatado. Nuestros jugadores salieron del campo también con una sonrisa, no se sabe si por la incomprensión que ahora se nos manifiesta o por la alegría de un gran resultado. Lo cierto es que persiste la verguenza, pues así no se nadie se puede sentir orgulloso.

Y esto no fue sino un sueño.....donde la vergüenza ni siquiera se puede soslayar en el plano onírico...

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