miércoles, 29 de abril de 2009

Crema Volteada




Tras la derrota, tras la eliminación copera y, como no, tras el ridículo pretendo dejar de lado el coma hepático y determinar los errores condenatorios. Sostengo que Universitario de Deportes cometió fallas superficiales, imperdonables sí (vaya que sí), pero no de concepción, no de fondo. Mal consuelo a priori, pero presumo en la confianza del tiempo. Es como el obrero que hace su trabajo de manera mecánica bajo las mismas condiciones, pero bajo otras circunstancias no sabe que hacer; el ingeniero sabe el concepto, la abstracción y no importa que cambien las circunstancias. Sabe que hacer.

De algún modo Universitario sería el equipo que sabe hacer bien las cosas, sabe a qué juega (el concepto), pero le falta lo que usualmente los equipos peruanos tienen: maquillar el resultado, jugar medianamente bien para ocultar la mala esencia.
Sucede que la U entendió mal su situación (quizá por ser equipo peruano no acostumbrado a estar en posiciones expectantes). Salió a ganar a San Lorenzo cuando este es superior en potencial y solo pasa por un mal momento. Creyó ya estar en segunda ronda y ganar el partido para toparse con un rival menor en octavos.Ello se vio al jugar con un solo hombre de contención (Reiner Torres) y dejar de lado a Solano como si sobrasen figuras.

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